Dentro del significado general de las palabras hay que considerar también estos dos tipos de significado:
a) Denotación
El significado denotativo está constituido por los rasgos significativos (semas) que caracterizan a una palabra objetivamente, fuera de cualquier contexto. Este significado, que es común a todos los hablantes, es el que encontramos en cada una de las acepciones de una palabra que aparecen en el diccionario. Así el significado denotativo de mar, según el DRAE, tendría las cinco acepciones siguientes:
1. amb. Masa de agua salada que cubre la mayor parte de la superficie de la Tierra. 2. amb. Cada una de las partes en que se considera dividida. Mar Mediterráneo, Cantábrico. 3. amb. Lago de cierta extensión. Mar Caspio, Muerto. 4. amb. Agitación misma del mar o conjunto de sus olas, y aun el tamaño de estas. 5. amb. Abundancia extraordinaria de ciertas cosas. Lloró un mar de lágrimas. |
Los semas genéricos y específicos conforman el significado denotativo, en cambio, cuando uno o unos semas virtuales son preeminentes sobre los genéricos y específicos, se constituye el significado connotativo con una significación figurada, más propia de la función emotiva o poética del lenguaje. Desde luego, si el hablante desarrolla mayores niveles de connotación, la riqueza expresiva de su discurso aumenta.
Semas genéricos | sema 1 mamífero |
sema 2 carnívoro |
sema 3 félido |
sema 4 digitígrado |
Semas específicos | sema 5 doméstico |
sema 6 aprox. 50 cm. |
sema 7 cazador de ratas |
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Semas virtuales | sema 8 ágil |
sema 9 astuto |
sema 10 ladrón |
Ejemplos:
“Pedro es un gato jugando al arco”. (Sema 8).
“Ernesto observó a su compañero con mirada gatuna”. (Sema 9).
“Hay que tener cuidado con él, es como gato de campo”. (Sema 10).
b) Connotación
Cuando las palabras se utilizan en un discurso concreto pueden adquirir significaciones subjetivas que los diccionarios no pueden recoger. Estos significados subjetivamente añadidos a la denotación se denominan connotaciones y tienen gran importancia para culminar con éxito un acto comunicativo. Así a la palabra mar podrían asociarse diferentes valores, (libertad, nostalgia, diversión, peligro, trabajo…), según quien la emplee (un pirata, un anciano, un veraneante, un emigrante o un marinero…) y el contexto en el que se sitúe.
Las connotaciones se relacionan frecuentemente con las valoraciones sociales y culturales que se hacen del referente. Así, en nuestra sociedad el niño se asocia con la inocencia, los cipreses con la muerte, el cerdo se carga de connotaciones negativas (suciedad, grosería…). Pero a veces son los valores estilísticos los que determinan la elección de un término u otro con el mismo significado denotativo pero con diferentes connotaciones. Por ejemplo, entre farmacéutico y boticario se considera más formal la primera palabra y más coloquial la segunda. Ésta no aparecerá, pues, en un texto oficial: Los farmacéuticos de la Seguridad Social… (pero no Los boticarios). También obedecen a factores de este tipo, elecciones como la de marido, esposo o cónyuge, para denominar al consorte, o la de baño, servicio o retrete, para designar la que Larra llamaba “la habitación más desaseada de la casa”.
Por último hay que destacar la importancia de la connotación en el lenguaje literario, en el que, como ya dijimos, lo que importa es el poder evocador de las palabras, lo que éstas sugieren más que su significado propio.