La comprensión de lectura es una competencia que se adquiere a través de la vida y se perfecciona con la práctica de la lectura. Como destreza se basa en el dominio de un conjunto de habilidades básicas que se requieren para comprender los textos.
Los textos se pueden abordar considerando dos niveles de análisis, a saber:
a) Análisis de los elementos de contenido
Información directa, sentido expreso o explícito de lo dicho por el autor, sólo requiere un buen hábito de lectura para su comprensión.
Información indirecta, sentido implícito de lo planteado por el autor, requiere además del hábito de la lectura, experiencia y madurez como lector para captar su significado.
b) Análisis de los elementos procedimentales
- Características formales de los textos
- Intención del autor
- Contexto mayor de donde procede el texto
Las preguntas, en consecuencia, se basan en la evidencia interna de los textos, es decir, en los contenidos expresos o implícitos de ellos y en la evidencia de la forma procedimental que se advierte en lo leído. Lo cual implica que la información entregada por cada texto es necesaria, pero no suficiente para responder todas las preguntas, se requiere también que el estudiante aporte su propia información, es decir, su experiencia de lector, obtenida en su formación, referente a los contextos histórico – culturales de los textos.