Características generales del signo lingüístico:
a) Arbitrario: el signo es arbitrario, porque no existe ninguna relación natural, motivada, necesaria entre significante y significado. Por ejemplo, no hay obligación alguna de que el concepto, la idea de gato se exprese por los cuatro fonemas españoles /gato/.
b) Lineal: el significante es lineal, ya que, para expresarlo, se requiere disponer los sonidos en una secuencia ordenada, unos primeros y otros después, siendo imposible pronunciarlos al unísono. Así el significante /murciélago/ requiere pronunciar diez sonidos ordenados durante algunos segundos; en lo escrito el significante implica un tiempo y un espacio.
c) Intencional: el signo tiene una finalidad, una función, pues el acto de comunicarse cumple ciertas necesidades del hablante. Los enunciados pueden servir, por ejemplo, como vehículo de la subjetividad: ¡Hoy es un gran día, celebremos! o de la apelación: Los que no tengan autorización, retírense de este lugar, o de la referencialidad: Los diccionarios se encuentran sobre la mesa.
d) Convencional: el signo es convencional porque se establece por un acuerdo social entre los miembros de una comunidad. Los hablantes se han concertado tácitamente para denominar un referente; lo convencional o institucional del signo se percibe en el cambio lingüístico: en Chile se dice aeropuerto; en Argentina, aeroparque.
e) Cultural: el signo es cultural, porque manifiesta, por medio de una lengua determinada, un vínculo particular entre los sujetos y el mundo que viven. Un ejemplo: el gaucho argentino se dedica a la ganadería. Ha acuñado más de doscientas palabras para referirse sólo a los pelajes de vacas y caballos, pero para la riqueza vegetal realiza una división mínima en cuatro áreas:
- pasto (lo que sirve de alimento para sus animales),
- paja (lo que les sirve de lecho a los mismos),
- cardo (las plantas con madera con las cuales se puede hacer fogatas),
- y yuyo (aquello que no tiene función alguna).
f) Sistemático: el signo lingüístico forma parte de una lengua, por lo tanto, su sentido depende de los demás signos. Ejemplo: el signo casa se vincula con otros como: departamento, cabaña, mansión, construcción o pieza. Además posee vínculos morfológicos con casona, caserío o caseta. La sistematicidad es característica definitoria del signo, ya que los símbolos, señales e íconos no son sistemáticos.
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