Además de la recurrencia, la información mencionada en el texto debe estar relacionada. Cuando hablamos de reglas de conexión nos referimos a los nexos interoracionales. La conexión puede ser implícita cuando los referentes están relacionados:
“Despertó dos horas después de lo habitual. Sus medicamentos lo afectaban.”
o explícita por medio de conectores:
“Despertó dos horas después de lo habitual dado que sus medicamentos los afectaban.”
Las reglas de conexión se evidencian cuando el productor del texto utiliza nexos, o conectores, que permiten explicitar las relaciones entre palabras u oraciones. Los elementos sintácticos que funcionan como conectores son:
a) Las conjunciones
Partículas que relacionan o enlazan palabras u oraciones, cumpliendo funciones lógicas específicas.
b) Las preposiciones
Elementos conectantes que forman parte de la estructura del complemento. Se presentan tanto en el sujeto como en el predicado, puesto que en ambos estos complementos pueden estar presentes.
c) Los pronombres relativos
Palabras que reemplazan a un antecedente, esto es, algo o alguien (sustantivo, adjetivo o adverbio) que ya ha sido mencionado antes en el enunciado o que es conocido por el interlocutor. Cumplen, por lo tanto, una función pronominal.
d) Los adverbios
Son palabras o expresiones cuya función es complementar la significación de un verbo, un adjetivo o de otro adverbio.
Información adicional
Las relaciones explícitas intraoracionales se realizan por medio de conectores. Sin embargo, hay organizadores textuales que establecen relaciones entre conjuntos de oraciones o párrafos para subrayar la estructura del texto:
Las anáforas intratextuales: el susodicho, el antes nombrado, éste, aquél.
Los indicadores de progresión textual: En primer lugar… (en segundo, en tercero…), por una parte… por otra, etc.
Los indicadores de anclaje cognitivo: Así como en el párrafo 5…, Como ya dijimos, etc.
Los conclusivos: en resumen, en suma, en conclusión.